26 Agosto 2019
Como consumidores, la mayoría de la población no es ajena a todo lo que supone tener un historial de créditos; ya sea por haber pedido financiamientos, créditos, hipotecas o inclusive por el simple hecho de ser acreedor de una tarjeta de crédito el hecho es que buena parte de la población tiene un expediente financiero bastante extenso, incluso a veces sin darse cuenta de la importancia que esto tiene para sus intereses.
Es imposible saber el momento exacto en el que una persona, cualquiera que fuese, pudiese necesitar acudir a una entidad financiera en calidad de acreedor de algún tipo de financiamiento; ya sea por algún tipo de emergencia médica o familiar, por algún tipo de compra grande (generalmente inmobiliaria) o tal vez en búsqueda de una inyección de capital que le permita dar sus primeros pasos en el emprendimiento y los negocios, es algo bastante cotidiano que personas naturales se vean atraídas a solicitar los servicios ofrecidos por distintos bancos o entidades financieras.
Sin embargo, muy pocas son las entidades bancarias que ofrecen préstamos sin preguntas o procedimientos previos; aún cuando una persona piensa tener un historial crediticio sin fallas, ingresos constantes y cuantiosos, muchos se sorprenden al ver que sus solicitudes de créditos son negadas por las entidades financieras o bancarias. No son pocos los consumidores que al momento de solicitar algún tipo de financiamiento se encuentran de frente con la desagradable sorpresa de que, debido a un descuido, error en el sistema, o a un desajuste en el presupuesto de algunos meses anteriores, su nombre se vio incluido en una lista de morosos, y por ende, en una base de datos que les restringe su acceso a los créditos y otros beneficios.
Explicado de otra manera: el simple hecho de no tener mora no es suficiente para tener un buen historial crediticio si no hay historial en primer lugar. Por este motivo, aquellos clientes que con anterioridad tuvieron créditos o financiamientos y asumieron estos compromisos de manera cabal y responsable con la entidad financiera tendrán, en consecuencia, una mayor fiabilidad a los ojos de dichas entidades y por ende acceso a financiamientos de valores mucho mayores.