¡Las PC son cosa del pasado?...O tal vez no

El mercado actual está plagado casi en su totalidad de notebooks y modelos que son incluso más portátiles, sin embargo estos aún a estas alturas fallan en ofrecer la amplia gama de ventajas que todavía las computadoras de escritorio tienen para ofrecerle a los públicos más exigentes. Estos, al igual que sus contrapartes portátiles, también vienen en una amplia variedad de modelos, con distintos tamaños, especificidades técnicas y capacidades que dictan su rendimiento, todas y cada unas de las posibles tareas o requerimientos que los usuarios puedan necesitar de su ordenador.

Al hablar de un PC de escritorio generalmente estamos acostumbrados a asociarlas con aparatos de un gran y poco práctico tamaño, bastante ruidosos, con un altísimo consumo de energía y, en resumen, bastante incómodos. Sin embargo, al igual que todas las otras partes de la industria informática, la de los ordenadores de escritorio también ha evolucionado enormemente y se ha convertido en un mercado donde existen ahora distintas opciones que se ajustan a las necesidades de los usuarios tanto en tamaño como en prestaciones; consumo inteligente y eficiente que se combina con la innegable comodidad de trabajar con una interface de tamaño completo es una experiencia que sin duda alguna ningún dispositivo portátil puede ofrecer al menos por el momento.

Antes que nada, debemos tomar en cuenta que dependiendo del modelo que se elija y la marca de la misma vendrán con estas distintas ventajas. Podemos empezar hablando sobre las PC de escritorio que son armadas por los propios usuarios. En cuanto a rendimiento y costos todo dependerá siempre tanto de las preferencias como de la propia experiencia del usuario que la está armando en primer lugar teniendo como única limitante el presupuesto del propio usuario. La principal y más importante ventaja de este tipo de ordenadores viene a ser la intercambiabilidad de sus partes y lo fácil que hace actualizarlas para optimizar el rendimiento del dispositivo.

Por el contrario tenemos a todos los ordenadores de marcas más prestigiosas y establecidas, que suelen ser bastante más costosas en contraste y con opciones de personalización bastante más limitadas para el usuario, quien a cambio de estas desventajas en general saca de sus bolsillos cantidades de dinero bastante mayores por un dispositivo que venga ya completamente armado con las especificaciones que decida y con la garantía de poder acudir a la garantía en casos de reclamos o inconvenientes. Lo más común es que de hecho los usuarios que quieran ordenadores más costosos recurran a pedir préstamos rápidos sin papeles para conseguir esa ligera inyección de capital faltante.